Artículo I ¿Cómo enseñar a mis hijos a valorar los recursos naturales?

Compartir:

Entre las muchas cosas que un padre debe trasladar a los hijos, está el conocimiento y cuidado de la naturaleza. Es un punto dentro del checklist de enseñanza que no puede quedar en el olvido y lo mejor de este tema es que se vuelve muy espontáneo y fácil de comunicar.

Se debe iniciar con esta actividad desde que hay uso de razón. Basta ver el cariño y delicadeza que tiene los bebés para tratar a las plantas en general, a las mascotas. La alegría que emanan al estar en la bañera o en las diferentes piscinas que se van topando en el crecimiento y el deseo de subir árboles o alguna roca de buen tamaño. Todas estas son oportunidades únicas que no debemos dejar pasar, al contrario, las debemos exprimir al máximo para lograr una sensibilización bien ahondada.

Desde el hogar se inicia esta agradable tarea con los recursos naturales, por ejemplo:

El agua. A lo largo del día nos hidratamos con ella aquí enseñamos la importancia de tener las fuentes hídricas como ríos y lagos limpios, no contaminados. Al bañarnos se les enseña sobre el uso adecuado del agua y evitar el desperdicio. Al regar el jardín, bañar la mascota, el lavado del carro, lavado de los trastes y ropa tenemos ahí los momentos idóneos de explicar el correcto uso.

Los bosques y plantas. En los paseos, en el jardín y su cuidado o hasta con los arriates que vemos en el tráfico podemos explicar sobre este importante recurso. Con este recurso podemos explicar el ciclo del oxígeno, la conservación de las fuentes hídricas y el ciclo del agua por medio de las lluvias, las alteraciones en el clima que ocurren si los bosques se eliminan y los daños a la fauna que esto también causa. Por ser un recurso, es algo que usamos, entonces es de aprovechar el explicar los diferentes tipos de plantas como las ornamentales, florales y los de explotación de madera, muy necesarios para tanto mobiliario y accesorios que se utilizan en el hogar, colegio, trabajo, etc.

La madera y sus subproductos dan tanto de que tratar y comunicar a los muchachos para que sepan como se extrae el alquitrán y el aprovechamiento de las diferentes resinas y aceites esenciales que percibimos en los hogares y diferentes ambientes por medio de los aromatizantes.

El suelo y los minerales. Siempre en los viajes de vacaciones o salidas de la ciudad podemos encontrar montañas, especialmente en Guatemala que tiene una Geografía especial. En los cortes de los cerros para el avance las carreteras podemos apreciar las diferentes capas del subsuelo tanto por la variedad de colores como por texturas, esos son los medios para darles a conocer a los hijos las variedades de suelo, y que primordialmente se utilizan para los cultivos de gran parte de los alimentos que nos nutren, pero que también sirven para construcción vial y habitacional. En los suelos encontramos también minerales de gran utilidad como sales y rocas que sirven de mucho en fabricación de materiales como cemento y gravas.

La luz solar. Muy fácil de explicar a temprana edad el día y la noche y a medida que avanzan la importancia de cada uno. El sol que nos brinda tanto, especialmente la energía y luz necesaria para la fotosíntesis en las plantas y la generación de vitamina D en nosotros, nos brinda calor que permiten el equilibrio con el frío de la noche para el crecimiento de las plantas. Ahora también, contamos con tantos dispositivos que se alimentan de energía solar con los cuales podemos hacer aterrizar muy bien la importancia de este recurso.

El clima. Frío, calor, invierno, verano, ya sea por medio de las estaciones o las condiciones ambientales que tienen sus bases por el cuidado que se le da a los recursos naturales, la temperatura de la tierra va en incremento en las últimas décadas y lo vivimos en el verano, esta situación es un buen medio para explicar la necesidad del cuidado de los bosques, lo valioso de sembrar un árbol y cuidarlo para crezca.

Ya cuando los chicos alcanzan cierta edad, podemos iniciar a explicar que hay recursos renovables y no renovables, para así sensibilizar de manera orientada su uso y como siempre empezando en el ambiente del hogar. A medida que crecen, como toda persona, van requiriendo más del uso de los recursos, sean por los deportes que practican (natación, montañismo, fútbol, atletismo) en donde saben de la importancia de la oxigenación para un mejor rendimiento y áreas con condiciones adecuadas para la práctica, o por el gusto natural del contacto con la naturaleza.

Enseñar el cuidado de la naturaleza nos facilita educar en virtudes, como el respeto (a la fauna y ambiente), la responsabilidad (cuidar el ambiente y evitar su daño), el orden (evitando tirar basura en lugares que no son los debidos), la laboriosidad (en el trabajo de las personas que se dedican a la producción agrícola), entre otras.

Cuidar la naturaleza, “es el cuidado de nuestra casa común”, nos dice el papa Francisco en la encíclica Laudato Si y en la cual como padres podemos encontrar muchos temas para explicar la relación de Dios, los seres humanos y la tierra. Es una buena referencia para transmitir la importancia de los recursos a los hijos. Podemos ampliar esto también con la Biblia para Niños al leer el inicio del Génesis, los pasajes de la Creación.

Una noche estrellada tirados en la arena o la grama nos permite explicar de los planetas, estrellas y constelaciones en un ambiente muy bueno para que el mensaje aterrice. Fenómenos como temblores (muy frecuentes en nuestro país), erupciones o lluvias intensas, dan oportunidad de anclar bien la importancia de los recursos naturales y el cuidado de la naturaleza.

Como padres de familia no debemos dejar pasar la oportunidad accidental, que se pone delante de nuestros ojos y sentidos, para formar a nuestros hijos en el cuidado del ambiente. A través de esta herencia pasar muy buenos momentos en familia creando experiencias inolvidables.

Alkalá Sánchez | Subdirector de Formación | Colegio APDE Solalto